Me hice un horno de rakú con materiales reciclados

person Publicado por : Prado Morales list En : Probando técnicas En : comment Comentario : 0 favorite Visualizaciones: 342

En esta entrada os contaré cómo fue el diseño y puesta en marcha de este loco proyecto. 

Me tomo la licencia de incluir los enlaces a algunos de los artículos de afiliados a los que hago referencia en el post, de forma que si alguien quiere lanzarse a la aventura, lo tenga más fácil.

Hace dos años, en los primeros días del verano, mi padre y yo nos embarcamos en una emocionante aventura: el proyecto Horno Lowcost. Todo comenzó con un regalo inesperado de mi marido: un libro de Tim Andrews, Raku Segunda Edición. En sus páginas, encontré una mina de información valiosa, y entre sus consejos y trucos, descubrí cómo fabricar un horno por mí misma.

Inspiración y Creatividad

El libro de Tim Andrews se convirtió en mi guía. Sus palabras me impulsaron a explorar la cerámica y a crear algo único. Pero había un desafío: quería hacerlo lo más barato posible. Así que, armada con mi determinación y algunas ideas recicladas, me lancé al proyecto.

El Diseño y los Materiales (al final del post incluyo un enlace al reel en el que se muestra un resumen visual del proceso detallado)

Como podéis observar en el diseño a mano alzada que acompaña el post, nuestra base sería un tambor de lavadora viejo. Su robustez y resistencia al calor lo convertían en el candidato perfecto. Sobre esta base, colocamos tres ladrillos refractarios (recuperados de un acumulador viejo) y una placa refractaria (reutilizada de mi horno eléctrico). La estructura estaba tomando forma.

La capota (sería de quita y pon) del horno merece una mención especial. Utilizamos un bidón modificado, al que añadimos una mirilla para medir la temperatura interna. La mirilla era como el ojo curioso de nuestro proyecto, observando el proceso de cocción.

También tres asas para poder colocar y retirar de forma segura. Además de un faldón para asegurar el bidón sobre la base.

Todas estas modificaciones fueron realizadas por mi padre que es un as con el soplete.

Para aislar el horno, revestimos el interior del bidón con manta de fibra cerámica. Los botones realizados con arcilla praf (alto contenido en chamota para que sean más resistentes a los cambios térmicos), hechos por mí, sujetaban la manta en su lugar y con el hilo hanthal nos asegurábamos que todo estuviera bien atado.

Todo el proceso de recubrir el horno fue muy delicado ya que la manipulación de la manta es peligrosa y requiere medidas de protección adicionales, como son gafas, mascarilla y cubrir bien la piel.

Y no podía faltar la chimenea. Estratégicamente ubicada en la parte superior del horno, permitiría la ventilación y liberaría los gases durante la cocción.

Control de Temperatura

Para asegurarnos de que el horno alcanzara la temperatura óptima para la cocción de raku, utilizamos un pirómetro de infrarrojos. Este dispositivo, similar al que se usa en las fraguas, nos permitía medir la temperatura con precisión. Lo encontramos en Amazon y resultó ser una herramienta invaluable para nuestro proyecto.

El Funcionamiento

Leña como Combustible: Encendíamos la leña en la base del horno. La madera ardía, proporcionando el calor necesario para la cocción. El olor a madera quemada se mezclaba con la emoción.

Preparación de las Piezas de Cerámica: Antes de colocar las piezas en el horno, las esmaltábamos (usé Base 5 que tiene una temperatura muy baja, por si no salía bien y algún esmalte comercial) y decoraré también con sulfato de cobre. Cada pieza tenía su historia, su personalidad. El raku es conocido por sus efectos de craquelado, y queríamos capturar esa magia.

Cocción y Enfriamiento: El horno alcanzaba la temperatura adecuada (entre 900 y 1000 grados). La cocción es rápida y emocionante, en apenas 3 horas alcanzamos el punto más alto de temperatura y a partir de ahí nuestro esfuerzo es mantenerlo para lograr la meseta de temperatura y que el esmalte desarrolle como es debido. Luego, las retirábamos y las sumergíamos en serrín para que, al cubrirlas, el humo penetre por las grietas que el cambio de temperatura produce en el esmalte. Esto crea efectos asombrosos.

Conclusiones

El proyecto Horno Lowcost fue más que una construcción física. Fue una exploración de la creatividad, la pasión y la conexión con la naturaleza. Cada pieza de cerámica que salía de nuestro horno tenía una historia única. Y nosotros, como padre e hija, éramos parte de esa historia.

Así que aquí estamos, dos años después, compartiendo nuestra aventura con el mundo. Lo tenía pendiente desde hace tiempo pero no tenía recopilado el material que usamos durante el proceso.Espero que este relato inspire a otros a crear, a reciclar y a encontrar belleza en lo inesperado. ¡Que el calor del verano no detenga tus proyectos! ???

Etiquetas: raku

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